El Viernes pasado la esquina de Beiró y Lope de Vega, en el barrio de Devoto, fue testigo de una verdadera fiesta. Final del Juego estaba haciendo su primera aparición pública y el “Ciber Pool” rebalsó de gente, de amigos, de música y también de algún que otro problema con los manipuladores de siempre.
La noche comenzaba a las siete de la tarde, cuando los músicos llegamos al lugar para la prueba de sonido, pero nos encontramos con un escenario sin equipos, batería, ni consola, sino que contaba solamente con una mesa y una computadora (haciendo valer el nombre del lugar). El sonidista y el respectivo “sonido” llegaría a las 20hs ya pasadas, comenzando recién a instalar todo. Para colmo de males una confusión a la hora de arreglar el tema monetario hizo que nos tuviéramos que reunir con la persona encargada de organizar la fecha, y nos terminaran sacando un montón de guita. En fin, ganar plata no ganamos prácticamente nada, porque lo que nos terminaron cobrando fue algo sobrenatural, pero ganamos muchísimo mas en cuanto a sentimientos, y eso nos deja a todos más que felices.
Todos estos problemas produjeron una demora tanto en las pruebas de sonido como en el show, que terminó arrancando a eso de las 21.30hs con un lugar hasta la manija, todas las mesas ocupadas y mucha gente parada. Un primer show con alrededor de unas 150 personas y un bar rebalsado, no se olvida fácilmente.
La gente estuvo haciendo el aguante desde los primeros acordes, cantando y aplaudiendo, y luego coreando los primeros EEFEE DE JOOTA, con melodía improvisada en el colectivo por dos amigos nuestros que no sólo inventaron y cantaron los primeros “cantitos” de la hinchada, sino que también junto a otro amigo, estuvieron repartiendo los mini-volantes que dimos esa noche con la data de la banda. La alegría se notaba en la cara de cualquiera de los que estábamos arriba del escenario, en la forma de tocar, nos sentimos libres, e intentamos dar lo mejor de nosotros, y lo más lindo fue la magia que se sintió en el aire, la conexión que había entre los que estábamos dando el show, y los que nos estaban viendo.
En fin, el recital habrá durado alrededor de una hora y tocamos 9 temas, cinco propios y cuatro covers entre los cuales se recordó a Pappo con El Viejo, el tema que más se agitó adelante cuando se armó un pogo increíble. Tampoco se olvidó, el aniversario del 24 de Marzo de 1976 que se cumpliría al día siguiente, ni a lo ocurrido en Cromañon el 30 de Diciembre de 2004, intentando generar una conciencia constructiva desde el rock, y no que cada vez se piense menos. Las palabras no alcanzan, los hechos son los que demostrarán si realmente se aprende de las nefastas experiencias.
A fin de cuentas, sólo resta remarcar que la gente le hizo honor al segundo tema que tocamos, porque nos demostraron, como dice el estribillo de la canción, que “en esta fiesta estamos todos unidos”...